lunes, 17 de enero de 2011

EL ALMA Y SUS MANIFESTACIONES

El alma tiene muchas manifestaciones en distintas dimensiones. Pero nunca el alma puede tener en el mismo mundo otra manifestación.

Yo, por ejemplo, tengo una manifestación en donde tengo que explicar cómo es este planeta, tan material, a otras dimensiones más sutiles. A la vez, en la Tierra tengo que explicar que existe lo sutil. Por eso soy un"informador" del nivel misionero.

Los seres misioneros son aquellos que influyen sobre los cambios de nivel, como el que estamos viviendo ahora en la Tierra en este período. Algunos actuamos en el plano físico, encarnados, y otros ayudan estando en un plano menos material. A estos últimos algunos los llaman extraterrestres; en realidad no son superiores ni inferiores a nosotros, son diferentes.

Para los que pertenecen al nivel sutil, nosotros estamos en un nivel muy difícil porque ellos están acostumbrados a estar en un nivel sutil; nosotros estamos en un nivel muy difícil porque ellos están acostumbrados a estar en un nivel no físico. Y nosotros, por costarnos más estar en aquel nivel, pensamos que es superior, pero es sólo un nivel diferente.

Flavio, 9 años

EL RECORRIDO DE LAS ALMAS

Todas las almas van a la Fuente y se quedan, o pasan por Ella. Las que vienen del Nivel Físico se quedan en la Fuente y las que vienen de niveles superiores, pasan por Ella, a menos que tengan que trabajar allí. En este nivel hay almas que sólo trabajan en la Fuente.

Por ejemplo, un alma que viene del Nivel Misionero (color violeta) pasa por la Fuente, luego por el Astral Positivo y encarna en el Nivel Físico.

El Nivel Astral es un puente entre el Nivel Físico y la Fuente. Tiene dos polos: el positivo y el negativo. En el Astral Positivo hay una puerta que lo separa de lo Físico y otra que comunica con el Astral Negativo. Cuando una persona muere, pasa al Astral Positivo, allí disuelve sus deseos y adicciones, y luego vuelve a la Fuente (color rojo). Pero si una persona está muy adherida a lo Físico, pasa por otra puerta al Astral Negativo y allí da vueltas hasta que purifica sus sentimientos confusos y vuelve a la Fuente pasando de nuevo por el Astral Positivo (color marrón).

Cuando un alma encarna, aprende a usar el cuerpo físico y a manejarse en un mundo denso. En el Nivel

Físico, como no hay fronteras, hay seres de todos los niveles: almas guardianas, almas de niveles superiores que el Misionero, almas misioneras, seres del Nivel Astral Positivo, seres del Nivel Astral Negativo y también almas confusas de seres humanos muertos.

Flavio, 8 años

LOS FANTASMAS

Ricardo (agitado) — ¡Mamá, papá, estos chicos dicen que los fantasmas existen! ¿Verdad que no es cierto? ¡No existen, no existen!

Marcos (tranquilo) — Claro que existen. Pero ya te dije que no te pueden hacer nada; son energía sin materia; sólo pueden asustarte. No debés tenerles miedo; tenés que tenerle pena. Son como una nube con forma humana. Son las almas que no saben volver a Dios.

Papá — ¿Por qué no cuentan qué pasó?

Ricardo — Estábamos subiendo la escalera, ya estaba oscuro, y vimos algo que se movió, como una sombra. Yo me asusté y dije: parece un fantasma... Y él (señala a Marcos) me dijo que claro, que era un fantasma; que hay fantasmas por todas partes... Me asusté mucho... Ustedes siempre me dicen que no hay fantasmas... ¡Este chico es un mentiroso!

Marcos — Te dije la verdad. También te dije que no tengas miedo. Los fantasmas pueden atravesar las paredes pero no te pueden tocar. No tienen cuerpo, pero tienen mente. Tienen energía, pero no tienen materia.

¿Sabés qué es la materia? La materia se toca. Cuando uno se muere deja su ropa, que es el cuerpo, pero a veces queda la ropa interior, que anda por ahí, flotando cerca de la Tierra; no se va para arriba.

Flavio (tímidamente) — Sí, sí. Es así. Es verdad.

Los padres de Ricardo — Bueno, estos chicos deben ver mucha televisión...

Marcos — Estas ideas no las sacamos de la televisión. Son ideas verdaderas.

Mamá — Bueno, Marcos, después lo hablamos. Recojan sus juguetes que nos tenemos que ir. Ya es tarde.

Volvemos a casa, charlando, mientras caminamos por la playa.

Mamá — Tienen que tener más cuidado cuando hablan con la gente. Ya saben que pocas personas comprenden lo que ustedes piensan. Nosotros se lo respetamos mucho, pero pueden tener dificultades con los demás.

Papá — Ese chico estaba muy asustado, por eso se enojó tanto.

Marcos — ¡El sintió al fantasma! No lo quiso aceptar.

Flavio — El cree en el papá y la mamá, no en lo que siente.

Papá — ¿Vos también sabés de los fantasmas?

Flavio — ¡Claro! Cuando yo nací, para mí este era como un mundo de fantasmas, de fantasmas físicos.

Estaba tan asustado como ese chico. Para ser físico, primero hay que nacer. Para ser un fantasma, primero hay que hacer el esfuerzo de morirse.

Mamá — ¿Cómo el esfuerzo?

Flavio — Bueno, quiero decir que a los humanos que después son fantasmas les costaba morirse; no querían morir. Por eso no flotan hacia el Sol, se quedan cerca de la Tierra. Los fantasmas se olvidan que todos salimos de Dios, y que cuando morimos volvemos a Dios.

Cuando todos volvamos a Dios, ya no va a morir ni nacer más nadie. Pero la vida va a seguir. Porque la Vida es Dios, y Dios nunca se acaba. Cuando morís te vas flotando, arriba... arriba... llegás al Sol, pero también

pasás al Sol. Ya no se ve nada porque no hay nada para ver. Dios no tiene forma.

Cuando empezás tu vida, Dios te da una forma, te manda a un planeta. Antes de nacer, uno flota sobre el planeta y con los ojos de aquí (señala el corazón) ve el planeta donde va a bajar... Bueno, no son ojos; son como ojos, porque uno no tiene cuerpo. El verdadero traje que tenemos es el cuerpo. En cada planeta hay un traje especial. Cada planeta tiene su color. A veces uno va a otros planetas, a veces vuelve al mismo muchas veces. Dios te dice las cosas que tenés que hacer, te las anota en la memoria.

Papá — ¿Qué cosas?

Flavio — Para poder vivir en este planeta Dios me anotó la palabra "no", la palabra "sí", y la palabra "reloj".

Las cosas más importantes las voy a poder decir cuando tenga más palabras. Tengo que ir a la escuela a aprender más palabras, más cosas de la Tierra. Pero me parece, Marcos, que no tenemos que hablar de estas cosas con los chicos; se asustan como yo me asustaba de lo físico. Los padres no los dejan ver la realidad no física.

Marcos, 8 años - Flavio, 5 años

CARTAS


Querido Trigueirinho:

Me llamo Flavio y tengo siete años. Me gustaría hablar con vos sobre Dios.

Yo sé que:

Dios es todo. El humano esta compuesto de: Alma, Yo y Cuerpo.

Flavio Cabobianco

(Arriba: Dibujo incluido en la carta a Trigueirinho)

Mi mamá tuvo referencias de Trigueirinho, un pensador y guía espiritual residente en Brasil, cuando yo tenía un año.

Le escribió una carta relatando las experiencias que había tenido luego del parto, y pidiéndole su opinión.

Le contestó unas líneas que anunciaban el proceso que vendría después: "Su nombre, Alba, corresponde al nacimiento del Sol, y eso es lo que le está sucediendo."

Cuando tenía siete años conocí a Triguerinho, fue una linda conexión, y desde entonces lo veía dos o tres veces al año, cuando venía a enseñar a Buenos Aires.

Trigueirinho es un ser misionero como yo, pero él tiene distinta misión.

Venimos los dos para ayudar al proceso de espiritualización.

Cuando nos encontramos, estamos muy bien juntos aunque hablemos poco. Sin embargo, muchas veces pasó que los dos estábamos desarrollando temas parecidos. Esto sucede porque captamos la misma onda espiritual.

Hace dos años me pidió permiso para poner algunos escritos míos en uno de sus libros. Después se alegró mucho cuando yo me puse a realizar mi libro y me dio algunas sugerencias sobre el ordenamiento, ya que él tiene mucha práctica como escritor.

Flavio, 9 años

ENCUENTRO CON UN LAMA

El Lama tibetano Sherab, durante su primera visita a la Argentina, viene a nuestra casa y Marcos pide hablar con él para hacerle preguntas sobre Dios.

Marcos — Quiero saber cómo llegar vivo hasta Dios. Vivo, no muerto, porque cuando uno se muere ya sé que el alma va con Dios, y el cuerpo se queda en la Tierra.

Lama — Con una conducta correcta, con buenas acciones, portándote bien, podés llegar a Dios. También con la meditación, estando en silencio, mirando hacia adentro podés acercarte a Dios.

Marcos — Otra cosa que quiero saber es por qué Dios necesita del alma. Creo que el alma es muy buena y

Dios la necesita para ser mas bueno todavía.

Lama — Dios no necesita del alma. Es el alma la que necesita de Dios.

Lama (a mis padres) — Vuestro hijo tiene una clara inquietud espiritual, en el Tibet hubiera sido considerado un "toulku", un alma madura y hubiera sido elegido para ser formado en un monasterio. Les aconsejo que no lo presionen con una educación formal, que traten dé escucharlo y de respetarlo, ya que él mismo les irá diciendo hacia donde debe orientarse.

Marcos, 5 años

DIOS, JESÚS, LOS ÁNGELES

La abuela me estuvo hablando de Jesús. Ella dice que Jesús es Dios. No entiende que Dios es Todo. Jesús es un ser humano; claro que un ser humano diferente, porque tiene poder, poder para hacer el bien. El estuvo en la panza de la Virgen María. Los ángeles lo ayudaban.

A mí me parece que los ángeles también duermen, porque mi ángel no viene siempre que lo llamo. Los ángeles son transparentes como el aire, pero yo los puedo ver porque tienen una lucecita. No toda la gente ve a los ángeles. Dios está en todas partes, no necesita comer ni dormir, no tiene cuerpo. Dios te sostiene y te arma el cuerpo, y te pone el alma y el amor. Con el alma entra Dios en tu cuerpo, aunque no se puede explicar cómo puede entrar Dios que es tan grande en el cuerpo. Cuando una persona es mala, el alma no está dentro del cuerpo, está al lado, porque el alma es siempre buena. El alma entra y sale por la boca. Cuando se sale para siempre uno se muere, respira por última vez, y se va rapidito con Dios.

Jesús hizo algo muy importante para los seres humanos. El tenía poder, podía salvarse, pero quiso morir porque tenía mucho amor.

Para vivir esta vida hay que tener alma y corazón, hay que tener Dios y amor. Porque si no, te morís un poquito cada día.

Yo siempre me acuerdo de lo que me dijo Dios: curar, curar y no matar. También me dijo que tengo que querer a mi hermanito. Yo soy bastante nuevo, pero mi hermano es más nuevo todavía. Somos muy nuevos aquí en la Tierra, pero ya estuvimos juntos con los ángeles en el cielo. El cielo es el lugar en donde Dios está.

Dios no crece; no nace ni muere como nosotros. Tampoco los ángeles son como nosotros, no tienen alas ni pies, a veces juegan conmigo. Hacen círculos en el aire, círculos de luz. Tienen como un manto blanco brillante. Cuando estoy con ellos yo también puedo flotar, pero no necesitamos alas. Flotamos porque somos de aire.

Marcos, 4 años

SOBRE UN ÁNGEL

Marcos — Anoche vi un ángel. Flotaba frente a mi ventana. ¿Sabés que los ángeles tienen el pelo violeta, y todo violeta alrededor? No son como vos. Vos tenés el pelo amarillo, y detrás violeta. Como Flavio, igual.

Mamá — ¿Y papá?

Marcos - Papá tiene el pelo marrón y atrás amarillo. Pero los ángeles tienen todo violeta. Toda la gente tiene colores alrededor. Algunos colores son lindos y otros son tristes, según como esté la persona.

Marcos, 4 años

LOS ÁNGELES Y EL CORDERO

Papá — Marcos, quiero leer un rato. ¿Por que no vas a jugar y me dejas solo?

Marcos - No me voy porque estas enojado con vos, no conmigo.

Papá - (reconociendo sus sentimientos)— Bueno, es cierto, estoy un poco enojado, pero no tiene nada que ver con vos.

Marcos—Papá, enojarse no es bueno; es como tener un infierno adentro. Yo a veces tengo adentro un cielo

y un infierno que se pelean. Pero yo no creo en el cielo y el infierno del que habla la abuela. ¿Sabés una cosa?

Yo anoche estaba enojado con mi hermanito, y no quería volar en sueños. Entonces vinieron los ángeles y me llevaron a volar con ellos, a estar cerca de Dios. Me llevaron a un lugar donde estaban todos reunidos. ¿Sabés qué me decían? Que yo había matado a un cordero. Yo les decía que no era cierto. Pero me lo volvían a decir.

No me hacían nada, porque los ángeles no te hacen nada; no te castigan, sólo están. Después vino Dios y me tocó, pero sin manos, porque Dios no tiene manos ni cuerpo. Yo tampoco estaba en mi cuerpo; después volví a mi cama y me quedé más tranquilo. Yo sé que tengo que quererlo y cuidarlo a mi hermanito, pero a veces tengo que quererlo y cuidarlo a mi hermanito, pero a veces tengo mucha rabia... Me parece que los ángeles me ayudan llevándome a Dios. La rabia es como el infierno, el cielo es sentir a Dios.

Marcos, 3 años

sábado, 15 de enero de 2011

LOS MILAGROS

Flavio Papá, siempre me acuerdo del chiste que me contaste en el auto.

Papá — ¿Qué chiste?

Flavio — El chiste del hombre que está en una inundación, sobre el techo de su casa. El agua sube y viene un bote a buscarlo. El dice: — No gracias; no me voy. Dios me va a ayudar.

El agua sigue subiendo. Viene una lancha de la policía y le dice:

— Venga, hombre, se va a ahogar. El contesta: — No, gracias, no me voy. Dios me va a ayudar. Por último, ya el agua llega al techo, y viene un helicóptero. El tampoco quiere irse; piensa: — Dios me va a ayudar.

Entonces el agua lo tapa y se muere. El alma sale del cuerpo, y cuando se encuentra con Dios le pregunta: —

¿Por qué no me ayudaste? Dios le contesta: — ¡Claro que te ayudé! ¡Te mandé un bote, una lancha y un helicóptero! ¿Sabes que estuve pensando en ese chiste?

Papá — ¿Qué estuviste pensando?

Flavio — Ese chiste es muy útil para entender una cosa de los humanos. A veces esperan milagros, esperan que Dios cambie las leyes físicas para mostrar su poder. Ese hombre era un tonto; no sabía que Dios siempre responde, pero si estás en el plano físico, te manda ayuda física, sólo la tenés que saber ver. Cuando una persona siente a Dios no necesita que Dios haga milagros.

Flavio, 6 años

TIEMPO Y DESTINO

Entre muchos destinos se forma el único destino. El destino de la humanidad.

Dios no tiene tiempo. Está fuera del tiempo. Todo lo que está dentro del tiempo empieza y termina.

El tiempo sirve para que un ser nazca, crezca y muera, para que haga todo ese proceso.

Dios es y no es un proceso, es lo que hace el proceso de la vida.

Flavio, 6 años

miércoles, 12 de enero de 2011

MENSAJES DE DIOS

Marcos — A veces, yo sé lo que pensás, pero más sé lo que sentís. Pero lo más importante son las cosas que sé de Dios. ¿Sabés, mamá? Cuando Dios me armó en el cielo, me dijo: "Te quedas con mi recuerdo; me quedo con tu sonrisa". Y yo me acuerdo de Dios; yo sé cómo es la casa de Dios. Yo sé que venimos de la casa de Dios y que después de la muerte volvemos a Dios. Dios le mandó unos papelitos a mi papá que dicen lo que tengo que hacer; le voy a pedir que me los busque y que me los lea. También me dijo: "Tenés un hermanito y tenés que quererlo mucho". Y yo lo quiero, ¿verdad?

Mamá — Sí, claro.

Marcos — Tengo que querer mucho a todos, a los amigos y a toda la gente. Tengo que querer y curar. Me dijo otras cosas que me olvido; me acuerdo de noche cuando estoy dormido. Yo veo con los ojos cerrados. Veo a Dios, pero Dios no tiene cuerpo, no tiene boca, pero habla, está en todas las cosas, también está en la comida, y está en el aire. Dios está dentro de la gente, también está dentro de los ladrones aunque sean malos. Son malos porque no saben que tienen a Dios adentro; no lo sienten. Y en los animales también está

Dios. Hasta en los ratones. ¿Sabés que yo veo a los ángeles? Se paran frente a mi ventana; son de aire, flotan, tienen luz pero no tienen alas. Los ángeles están más cerca de Dios. Ahora no quiero hablar más de esto; hablemos más otro día.

Marcos, 3 años

DIOS, JESÚS, LOS ÁNGELES

La abuela me estuvo hablando de Jesús. Ella dice que Jesús es Dios. No entiende que Dios es Todo. Jesús es un ser humano; claro que un ser humano diferente, porque tiene poder, poder para hacer el bien. El estuvo en la panza de la Virgen María. Los ángeles lo ayudaban.

A mí me parece que los ángeles también duermen, porque mi ángel no viene siempre que lo llamo. Los ángeles son transparentes como el aire, pero yo los puedo ver porque tienen una lucecita. No toda la gente ve a los ángeles. Dios está en todas partes, no necesita comer ni dormir, no tiene cuerpo. Dios te sostiene y te arma el cuerpo, y te pone el alma y el amor. Con el alma entra Dios en tu cuerpo, aunque no se puede explicar cómo puede entrar Dios que es tan grande en el cuerpo. Cuando una persona es mala, el alma no está dentro del cuerpo, está al lado, porque el alma es siempre buena. El alma entra y sale por la boca. Cuando se sale para siempre uno se muere, respira por última vez, y se va rapidito con Dios.

Jesús hizo algo muy importante para los seres humanos. El tenía poder, podía salvarse, pero quiso morir porque tenía mucho amor.

Para vivir esta vida hay que tener alma y corazón, hay que tener Dios y amor. Porque si no, te morís un poquito cada día.

Yo siempre me acuerdo de lo que me dijo Dios: curar, curar y no matar. También me dijo que tengo que querer a mi hermanito. Yo soy bastante nuevo, pero mi hermano es más nuevo todavía. Somos muy nuevos aquí en la Tierra, pero ya estuvimos juntos con los ángeles en el cielo. El cielo es el lugar en donde Dios está.

Dios no crece; no nace ni muere como nosotros. Tampoco los ángeles son como nosotros, no tienen alas ni pies, a veces juegan conmigo. Hacen círculos en el aire, círculos de luz. Tienen como un manto blanco brillante. Cuando estoy con ellos yo también puedo flotar, pero no necesitamos alas. Flotamos porque somos de aire.

Marcos, 4 años

CHARLANDO CON AMA

Ama — ¿Por qué es tan importante el Sol?

Flavio — Porque es el representante de Dios, el representante del Núcleo.

Ama — ¿No te gusta la palabra Dios?

Flavio — Es una palabra que usan las religiones...

Ama — ¿Te parece un poco gastada?

Flavio — ¡Exactamente!

Ama — ¿Cómo se relaciona el hombre con el Núcleo?

Flavio — El chakra del plexo solar es la Fuente y el chakra de la coronilla es el Núcleo.

Ama — ¿Se podría decir que entre el hombre y la Fuente hay una cadena de energía formada por los chakras superiores?

Flavio — No exactamente, pero te acercas.

Ama — ¿Cada ser humano tiene un hilo con la Fuente?

Flavio — En realidad son dos o tres hilos: uno que une al cuerpo y el otro para el alma. En la muerte, se rompe el hilo del cuerpo pero el hilo del alma es como un elástico y no se rompe, sino que vuelve.

Ama — Explicame lo del Núcleo.

Flavio — El Núcleo nuclear está lejos y hay como espejos en zig zag que nos hacen llegar el reflejo. El Núcleo está en todas partes. El Sol central es el Núcleo nuclear central, el Núcleo nuclear del alma... Al Núcleo le puedes dar cientos de nombres, miles; todo depende de cómo tratas el nombre.

Ama — ¿Qué tiene de bueno el plano físico?

Flavio — ¡Mucho! Es el último lugar de lo lejos. Después se emprende la vuelta al Núcleo nuclear, al Amor divino.La vuelta es más rápida que la ida porque ya conoces el camino.

Ama — ¿Es algo así? (estirando el brazo y abriendo la mano; después la cierra y dobla nuevamente el brazo).

Flavio — Sí, es así pero en espiral.

Ama — ¿Cuál es la diferencia entre el alma de un planeta y el alma de un ser humano?

Flavio — Ninguna.


EL SISTEMA DEL CUERPO (librito)




Está formado por: el alma, el cuerpo y el yo. El alma no tiene forma.

El yo está compuesto por: mente, emoción, memoria y algunos tienen "traducidor".

El "traducidor" es lo que recibe las ondas de energía superior que vienen de la estrella y las traduce en pensamientos y palabras.

El alma es una parte de Dios.

El yo es darse cuenta de que uno existe.

El cuerpo es la manera de existir en la Tierra.

El yo es lo que une el alma y el cuerpo.

El yo sirve para encajar el alma en el cuerpo.

Cuando Dios hizo la materia creó el tiempo. La materia estaría paralizada sin el tiempo. El tiempo es el poquitito de energía que mueve la materia.

Nada material existe fuera del tiempo.

Flavio, 6 años

LAS COSAS DE DIOS

Flavio — ¿Mamá, de qué religión sos vos?

Mamá —Yo no soy de una religión. Me educaron como cristiana, pero no me parece importante ser de una religión. Creo que Dios es amor.

Flavio — Sí. Pero Dios no es sólo amor. También es odio. Todo sale de Dios. También el odio. Es cierto que los humanos salen cuando se abre el amor de Dios. El odio es la parte amontonada de Dios. El amor es la parte que se abre.

Mamá — ¿Cómo "amontonada"? ¿Qué querés decir?35

Flavio — Amontonada. Así (toma una servilleta de papel). Toda junta, apretada. El odio es el amor trabado. El amor, en cambio, no está ni amontonado, ni separado; está normal. ¿Ves? (Toma un libro). Como estas letras: no están amontonadas, no están ni juntas ni separadas; están ordenadas. Por eso podés leer.¿Querés que te cuente qué hacen los humanos?

Mamá — Sí, claro... Contame.

Flavio — El alma sale de Dios y se pone un traje. Así se forman los humanos. Hay como un vestuario donde están todos los trajes. Dios le dice al alma que tiene que ponerse tal ropa. La ropa es el cuerpo. La forma del cuerpo es según la forma del mundo al que va a ir el alma. A mí la ropa me la dio para venir a la Tierra. Los humanos tenemos toda la misma forma, como vos, como yo, como Marcos. Bueno, hay diferencias, como las diferencias de cara. Las mujeres también son diferentes a los hombres, pero la diferencia es poquita.

Lo primero que existió es Dios, no los mundos. Dios era todo lo que era. Todo lo que ahora está, estaba en Dios. Los planetas también viven. Todo vive. Las piedras, por ejemplo, tienen adentro una forma. Pero esa forma no se ve.

Mamá — ¿Qué querés decir con esto? No lo entiendo.

Flavio — Escribilo, porque alguien lo puede entender. Lo primero que existió de Dios, fueron los mundos... El Universo. Uno siempre, siempre vive. Aunque se muera... Porque aunque se muera sigue siendo un alma. El tiempo es lo que dura entre el nacer y el morir. Uno puede ser un humano, o puede ser un planeta.

Mamá — ¿Cómo hacés para saber estas cosas?

Flavio — Yo sé cosas gracias a Dios. Las cosas que sé, las sé en Dios. Para descubrir cosas de Dios, tengo que pensar en Dios (cierra los ojos, se queda relajado y abstraído). Después de unos segundos desilencio, dice con alegría:

Flavio — ¡Se me prendió la luz solar!

Mamá — ¿Qué querés decir con eso?

Flavio — Es como decir: se me prendió la lamparita.

Flavio, 5 años

martes, 11 de enero de 2011

JESÚS Y SIRIO


Mamá — Bueno, niños, ¡a dormir! Cierren los ojos y vayan a buscar una estrellita en el cielo.

Flavio (riéndose) — Yo no tengo que dormirme para ir a mi estrella. (Cierra los ojos.) Ya está, ya estoy en la estrella... Pero yo tengo dos estrellas, la estrella hombre y la estrella mujer. Se llaman José y María.

Mamá — ¿Sabías que así se llamaban el papá y la mamá del niño Jesús? ¿Te lo contó la abuela?

Flavio — No sé, no me acuerdo. Mi estrella es hombre y mujer, María y José. Es muy grande; cabe todo el mundo dentro de mi estrella.

Marcos, mientras tanto, estaba por dormirse, pero al escuchar el diálogo, se sienta en la cama y dice: Marcos — Jesús también viene de una estrella, de la estrella Sirio.

Mamá (asombrada) — ¿De dónde sacaste eso? ¿Te lo dijo papá?

Marcos — No, papá no me habló de Jesús. La abuela me cuenta de Jesús, de María y José. Papá me mostró un mapa del cielo, donde están los nombres de las estrellas. Y yo sé que Jesús viene de Sirio, que es la estrella de la Voluntad y el Amor.

Mamá — ¿Cómo lo sabés? ¿No lo habrás leído?

Marcos — Ya te dije: leí el nombre de la estrella; lo demás lo sé, no sé cómo. Dejame dormir... Tengo sueño...

Flavio — Dejalo, mamá. Es cierto que Jesús viene de una estrella; todos venimos de una estrella.

Marcos, 7 años - Flavio, 4 años

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